Un perfil tiroideo es un conjunto de pruebas de laboratorio que se realizan para evaluar la función de la glándula tiroides. La glándula tiroides es un órgano en forma de mariposa ubicado en la parte frontal del cuello, y es responsable de producir hormonas tiroideas que regulan el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo del cuerpo.
El perfil tiroideo típico incluye varias pruebas, entre las que se encuentran:
Hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés): La TSH es producida por la glándula pituitaria y estimula la producción de hormonas tiroideas por parte de la glándula tiroides. El nivel de TSH en sangre se utiliza como un indicador de la función de la glándula tiroides.
Hormonas tiroideas: Las hormonas tiroideas principales son la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3). Estas hormonas son producidas por la glándula tiroides y regulan el metabolismo del cuerpo. Los niveles de T4 y T3 en sangre se miden para evaluar la función tiroidea.
Anticuerpos antitiroideos: Algunas enfermedades autoinmunes pueden afectar la glándula tiroides y provocar trastornos tiroideos. Los anticuerpos antitiroideos, como los anticuerpos antitiroglobulina y los anticuerpos antitiroperoxidasa, se analizan para detectar la presencia de enfermedades autoinmunes de la tiroides, como la enfermedad de Graves o la tiroiditis de Hashimoto. El perfil tiroideo se utiliza para diagnosticar trastornos tiroideos, como el hipotiroidismo (niveles bajos de hormonas tiroideas) o el hipertiroidismo (niveles altos de hormonas tiroideas). También puede ayudar a monitorear el tratamiento de personas con enfermedades tiroideas y evaluar la función de la glándula tiroides en caso de síntomas como fatiga, cambios en el peso, problemas de concentración o alteraciones en el ciclo menstrual.